Wrong Equation [[KH, Zexion Fanfic, TP]]

1-Zexion Vie Dic 26, 2008 7:36 pm

Para escribir este fic, si os soy sincero, me he basado en muchas teorias de Roxas u.ú Le doy las gracias por ayudarme a montarlo ^^ Y por hacer la versión comic! Pronto la subiremos. Gracias, Roxas!

Wrong Equation

“Sabes lo que pienso, Ienzo? Creo que no somos tan diferentes, después de todo.
Al principio, al despertar, no sabía donde me hallaba…Qué era ese lugar? Cómo había llegado allí? Quién era yo?”

Porque me levanté y di unos pocos pasos. En mi mente tenía visiones fugaces de tu vida, Ienzo. Había algo que no cuadraba. Enseguida me percaté de una cosa: nada cubría mi cuerpo desnudo, y hacía frío. Había unos ropajes a mi lado. Creo que te pertenecían. Me los puse, para entrar en calor. Dentro de mí se formó una sensación muy cálida. Eso era un sentimiento… verdad?

”Al principio tuve miedo. No sabía dónde estaban los demás. Allí debía haber gente…pero estaba solo. Lo poco que quedaba de ti sufrió por el experimento.”

Una puerta se abrió y apareció alguien demasiado parecido a Xehanort. Pero algo me dijo que no era él. Y lentamente olvidaba lo que acababa de pensar. Xehanort desaparecía de mi mente.
Él se presentó como Xemnas. El incorpóreo de Xehanort. Así, el experimento, me explicó, no había salido del todo bien, y Ienzo había muerto.

-Tú no eres Ienzo.-me dijo.-Eres la sombra de lo que él fue. Lo que queda de él. Un residuo de Ienzo, sin nada dentro. Una cáscara vacía.

Al oír aquello me horroricé. Él mismo se contradecía, por un lado.
“Por que yo SENTÍA terror. Los sentimientos no se pueden fingir que se sienten. Si no lo tienes, no lo puedes conocer.”
Eso me dejó perplejo. Me dijo que podía disfrutar de un “hogar” junto a ellos. Que debíamos permanecer unidos. Y me dio un nombre: Zexion. No era más que un anagrama de tu nombre, Ienzo, pero para mí significó algo más. Era un nombre nuevo. Era mío. Nadie me lo podría arrebatar.

”Al comenzar sólo éramos muy pocos... Únicamente los incorpóreos de tus compañeros. Xehanort... Braig... Dilan…Even…y Aeleus. Pero será mejor que les llame por su nuevo “nombre”. Al fin y al cabo, no creo que ellos sean los mismos que antes…Por lo menos, yo no quiero pensar que soy tú mismo, Ienzo.”

Ellos eran Xemnas, Xigbar, Xaldin, Vexen y Lexaeus. Xemnas me explicó que utilizaban las X como distintivo de rebeldía.
Establecí la sexta planta como mi residencia. La llené de todos los libros habidos y por haber. Me empapé de toda la información que te llevó a la muerte, y la asimilé.
Nunca fui muy hablador con ninguno de los otros. Poco a poco fueron llegando nuevos miembros a nuestra “Organización”…. Al parecer, Xemnas los encontraba y los reunía, formando lo que me dio la impresión de un malévolo plan.

Yo no sé bien como eras tú más que por lo que leo en los libros…Pero no acababa de gustarme lo que se estaba allí forjando. Lo comentaba con los “primeros creados”. Así es como les gustaba que se les llamara. Tenían el orgullo muy subido… Lexaeus siempre se quedaba al margen. Nunca daba su opinión. Xaldin tampoco. Parecía inmerso en su mundo. En cambio Vexen era del todo como lo era Even. No soportaba a los novicios. Neófitos, los llamaba... y procuraba no hablar con ellos más que lo necesario.

El orgullo… la soberbia… no son todos sentimientos humanos? Todo era una gran contradicción.

Xemnas era el que más me confundía. Todo en él parecía humano. Sobretodo, su relación con Saïx. Saïx era el número 7, venía después de mí. Pero Xemnas lo trataba como a su segundo.

El siguiente en llegar no fue mejor que Saïx. Su presencia era perturbadora. Tenía una vitalidad inusitada y un modo de actuar y pensar extraños. Todo a su alrededor era una peculiar eficacia, y poseía humor, y sorna para con el trato con los demás. Creo que nunca llegué a caerle del todo bien... no puedo estar seguro. Pero cuando pasaba por donde uno se encontraba, ese alguien se veía obligado a sonreír. Tal era su influencia para con los demás. Además, era eficaz. Tremendamente eficaz en el cumplimiento de las misiones. Perturbador.

El noveno parecía una tempestad. Era similar a un niño de teta. Ingenuo y alocado. Nunca llegamos a instruirlo del todo. A Xigbar lo trae loco. Todo el día le va detrás. Posee un encanto especial. Los neófitos tenían un modo muy peculiar de comportarse. Vexen dice que es porque no pertenecen a nuestro “grupo”. Le dice a Xemnas que no nos traerán nada bueno. Particularmente, a mi me da lo mismo. Voy por este mundo con los ánimos imperturbables. Pocos eventos me hacen sonreír.

“Sabes lo que te digo, Ienzo? Yo creo... que Aeleus siempre sintió algo muy fuerte por ti. Es algo que está dentro de mí, lo que me hace pensarlo. Y también... el modo de comportarse de Lexaeus. A la vista de los demás, somos extraños... solitarios, y silenciosos. Pero Lexaeus, el Héroe Silencioso, siempre habla cuando nos hallamos a solas. Y me sonríe. Y me hace sonreír. Es algo extraño. De nuevo volvemos a la misma contradicción. Si estamos vacíos... y no sentimos nada, por qué creemos estar tan unidos?”

Creo que esas mismas dudas las tiene otro de los incorpóreos. Cuando el decimotercero llegó, Roxas, uno se quedó más inquieto que los demás.
Me temo que les envidio un poco. Axel... y Roxas. Dos de los incorpóreos más extraños que han pasado por este mundo. Ellos se demuestran su inocente afecto frente a los demás miembros sin dudar. Axel siempre está más alerta. Creo que sus dudas al respecto, las mismas que yo me formulo, le queman por dentro más que su propio fuego letal.
Los humanos lo llaman Amor... pero, lo es en realidad? miro a Lexaeus, que observa las risas de los jóvenes neófitos. Axel y Roxas. Desde que se reunieron, sentí algo especial en ellos.

((Continúa))

1-Zexion Vie Dic 26, 2008 7:38 pm

La verdad, Lexaeus lo llama Amor. Dice que es superior al amor que sienten los seres humanos. Por que los humanos nunca deben plantearse en si poseen o no corazón. Y a nosotros nos han impuesto desde nuestro nacimiento la certeza de que no lo tenemos. Por eso, atesoramos lo más grande, lo único que nos hace felices, esa otra persona, y la cuidamos para tenerla a nuestro lado. La amamos.

“Llevo días inquieto, Ienzo. Marluxia se ha recluido junto a Larxene en el Castillo del Olvido, y se han llevado a Axel con ellos. Al parecer, tiene que ver con cambios en los planes de Xemnas. Pero él no se fía de ellos y nos ha enviado a Lexaeus, Vexen y a mí junto a ellos. Es extraño.
Ese crío, Sora, el corpóreo de Roxas, ha llegado al Castillo.
Vexen está convencido de que Marluxia pretende utilizarlo para derrocar a Xemnas.
Yo no se que pensar. Por mi cabeza circulan los pensamientos que me llevan a dudar sobre el líder.

El tiempo me ha ayudado a conseguir ver una cosa muy clara. Yo soy yo. Y no soy TÚ, Ienzo. Yo soy Zexion. Con mis sentimientos y pensamientos. Aeleus y Lexaeus puede que tengan cosas en común, también... pero él no me ama por lo que hayan sido en el pasado. Lexaeus me quiere a mí, a Zexion. Eso me hace feliz.

Creo que Axel no juega limpio con Marluxia. Hay algo que me escama. Me dice que cuando le miro lo hago con soberbia, pero está equivocado por completo.

Llevamos mucho tiempo en este castillo. Lo que me pregunto cuando le miro es lo mucho que debe de echar en falta a Roxas.”

Riku también está en el castillo. Está buscando a Sora. No me hace gracia. Vexen ha enviado a Lexaeus a detenerle. Antes de irse, me ha hablado de un modo distinto.
-Zexion... qué opinas sobre todo esto? No ves algo...extraño?
No supe que responderle, así que él continuó. Se agachó para estar a la altura de mi rostro preocupado y me cogió con suavidad del mentón, mirándome a los ojos. Un gesto demasiado delicado para alguien tan grande y corpulento.
-Zexion, te quiero. Eres para mí el corazón que Xemnas se empeña en negarnos. Todas las luchas las libro por ti. Tienes que ser fuerte.
Dichas esas palabras, me besó en los labios con toda la dulzura de su alma cándida. Sentía que me derretía lentamente de amor por él. Después se marchó.

“Mi interior se quedó vacío de repente. Cogí el Lexicon, mi libro, mi arma, y leí unos pasajes que tú habías escrito, Ienzo”.

La Organización XIII me lo dio todo, y me quitó lo que tenía. Lexaeus fue eliminado por Riku. Aquellas palabras serían lo que me quedaría.
Supe que mi fin había llegado. Pensé en vengarle.

“Una nueva y última contradicción. Como Lexaeus había dicho, Xemnas se empeñaba en negar la existencia de un corazón que latía dentro de nosotros.
Me habría gustado poder decírselo a Axel antes de que él mismo, con la ayuda de la Réplica de Riku que Vexen había creado, me matase.

Ienzo. Aquí se ha separado el hilo que me unía a ti definitivamente. La curiosidad por cosas que no debías descubrir te llevó a la destrucción. Mi destrucción llegó de manos de mi ingenuidad y mi amor. Hasta la muerte fui diferente a ti. Ienzo.
Los incorpóreos tenemos sentimientos más grandes y pasionales que los humanos. Vivimos para amar.

He ahí el final de tu experimento fallido.
Tal vez, incluso nos conozcamos.

Porque ya he muerto.”

FIN

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