Regresa a mi (Daisuke X Dark) (Lemon) [+18 pero lo puede leer el que quiera]

Bueno nenes, os voy a dejar un fanfic yaoi del anime DNAngel. Esto no lo he escrito yo sino una amiga mia y como a mi me ha gustado mucho queria que lo leyerais para saber vuestra opinion. Pues nada, lo dicho, leanselo y disfruten del lemon.

Ese recuerdo de alas negras que una vez surgió y que se extinguió, tal vez para no volver más. Ese recuerdo que jamás podrá borrarse de esta mente que no cesa en su empeño de ver de nuevo esa figura rebosante de energía por el estrellado cielo en penumbras.

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Ha pasado tanto tiempo a pesar de parecer tan cercano… Tres años desde tu partida y aún te sigo echando de menos… Todo ha cambiado desde que desapareciste y el que más yo. Mi madre no cesa de repetirme que soy el que más ha sufrido por esto y tiene mucha razón. Te fuiste sin que pudiera expresar todo lo que sentía y aún siento por ti. Ni te imaginas las punzadas de dolor que sentí al ver tu rostro por última vez.

-Dai-chan ya estas otra vez en las nubes…

-Gomen ne okaasan- respondo tratando de volver al mundo real.

-Desde que se fue estas mucho mas triste… y siempre distraído!!!

-Okaasan no repitas lo mismo u.u

-Pues tú no hagas siempre lo mismo…

Cerró la puerta dejándome igual de perdido que antes. Eché un último vistazo a la ventana. El sol mostraba sus últimos rayos acariciando suavemente el horizonte. Traté de concentrarme de nuevo en los deberes pero era inútil. Sus ojos violáceos me perseguían. Acabé los ejercicios como pude y guardé todo. Me levanté con pesadez de la silla y me dejé caer en la cama. With saltaba a mi alrededor juguetón. Desde que mi ángel se fue, le he cogido mucho cariño a este dulce conejito, porque tengo la sensación de que es lo único que aún me une al ladrón.

Dark… si supieras por un solo instante como te añoro…

El sueño comienza a vencerme. Voy cerrando lentamente los párpados. De nuevo esas incesantes pesadillas…

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La noche es bastante brillante a causa de la hermosa luna. Unas alas negras se distinguen bajo su luz. Unos ojos violetas de tristeza se despiden.

-No te vayas Dark…No me abandones…

El pelimorado le responde con una lánguida y melancólica sonrisa.

-Onegai… DARK!!!!!!!!

Se da la vuelta para que su tierno tamer no le vea llorar. Pronuncia un imperceptible “No me olvides” y despega dejando tras de sí un camino de plumas negras.

-¡¡¡¡¡¡DARK!!!!!!

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-¡¡¡¡¡¡DARK!!!!!!

El sudor recorría cada milímetro de mi frente. De nuevo ese sueño. De nuevo alargaba el brazo para intentar atrapar un imposible. No se cuanto tiempo llevaba durmiendo, tampoco recuerdo haberme puesto el pijama y haberme arropado con las sábanas. With seguía encima de mí, descansando plácidamente. Menos mal, el grito no se había oído demasiado.

Estaba harto de tener esas pesadillas. Me gustaría tener otro tipo de sueños respecto a él más agradables.

Mi madre me dice para consolarme, que si Dark existiera también lo haría Krad. Pero lo que jamás podré decirle yo a ella, es que no me importa luchar las veces que haga falta contra él, con tal de tener a Dark, porque yo… le amo.

Me di cuenta en el instante en que se fue. Mi vida no tenía sentido sin él y todo era un gran vacío. Ni siquiera Riku lo llenaba con su permanente sonrisa. No se cuando afloró este sentimiento en mí, lo único cierto es que lo provocaba y lo provoca, aquel ladrón por el cual suspiraban tantas chicas… y por el cual suspiro yo…

Lentamente me levanto de la cama y me dirijo hasta la ventana. La abro un poco. La brisa nocturna hace que me sienta un poco mejor. Se me revuelven los cabellos pero no me importa. Me viene a la memoria las veces en que surcábamos el cielo estrellado con las esplendorosas alas extendidas en la calmada oscuridad.

Tantos recuerdos sumamente agradables… y ahora me encuentro más solo que nunca. Es inútil cuanto grite, sufra o llore… Jamás volverá a ser todo como antes…

No me abandones así
hablando sólo de ti.
Ven y devuélveme al fin
la sonrisa que se fue.
Una vez más tocar tu piel
el hondo suspirar.
Recuperemos lo que se ha perdido.

Se desvanece lentamente la oscura noche dando paso aún cielo purpúreo con matices anaranjados. No he dormido nada. Agacho la vista y me doy cuenta que el cuaderno de dibujo sigue todavía encima del escritorio. En él, hay un retrato de aquel que ocupa mis sueños. Sale con su típica sonrisa de orgullo y picardía que tantas veces he visto. La mirada viva y violeta impregnada de astucia y sensualidad. Observo el dibujo con la esperanza de que salga de él riéndose con aires de galán y me diga “Daisuke, otro tesoro nos espera”, pero lo que nunca te dije fue que mi único tesoro eres tú… Aunque dudo de que tuvieras sentimientos tales como el cariño y el amor ya que para ti eso no tenía importancia, creías que eran sentimientos de humanos, no dignos de alguien como tú.

Regresa a mí,
quiéreme otra vez,
borra el dolor
que al irte me dio
cuando te separaste de mí.
Dime que sí
ya no quiero llorar,
regresa a mí.

Guardo el cuaderno con delicadeza y miro el reloj, las ocho. Es sábado, pero para mí es otro día normal, sumido en la tristeza y la melancolía. Todo es igual durante todos los días. Mi vida ya no tiene emoción y no sería exagerado decir que tampoco tiene sentido.

Extraño el amor que se fue,
extraña la dicha también.
Quiero que vengas a mí
y me vuelvas s querer.
No puedo más si tú no estás,
tienes que llegar.
Mi vida se apaga sin ti a mi lado.

Un tímido golpe en la puerta me saca de mis pensamientos. Abro despacio y aparece ante mí Towa.

-Siento venir tan temprano, ¿te he despertado, Dai-chan?

-Tranquila Towa, llevaba ya un rato desvelado.

-Sabes, tu madre esta muy preocupada por ti…

-Ya…

-Olvídate de él, sabes que no volverá hasta la próxima generación y, para entonces, no habrá nada que hacer.

-Pero no es tan fácil Towa… ¿De qué te sirve amar a alguien que no puede corresponderte porque vive en otro mundo?

Me mira con cara triste. Ella fue a la única persona a la que le conté mis sentimientos por Dark, bueno, más bien los averiguó por méritos propios.

Regresa a mí,
quiéreme otra vez,
borra el dolor
que al irte me dio
cuando te separaste de mí.
Dime que sí
ya no quiero llorar,
regresa a mí.

-Si fuera todo tan sencillo, haría años que mis sentimientos hubieran dejado de torturarme…

-Hay una forma de que vuelva- su rostro estaba muy serio.

-Gracias por intentar animarme pero es inútil…

-¿Por qué te crees que llevo tanto tiempo fuera? ¿Acaso piensas que me tomé unas vacaciones? ^^

Su sonrisa me calma y me anima un poco.

-¿De verdad puede regresar?

-Sí, pero por tiempo limitado y puede ser peligroso.

-Me da igual, quiero intentarlo.

-Daisuke, podrías morir…

-¡Y que más da si puedo pasar tan solo un día más con él!

No me abandonas así,
hablando sólo de ti.
Devuélveme la pasión de tus brazos.

-Como quieras… Conozco una especie de “hechizo” con el que podría volver. Solo podrá estar contigo 24 horas…

-Es suficiente para decirle todo lo que siento…

-Pero hay riesgos…

-¿Cuáles?

-Si sale mal, serás arrastrado hasta su mundo de tinieblas y vagarás por él eternamente, pero por lo menos tendrías una oportunidad de verle si por casualidad le encontrases por allí…

-¿Hay algo más?

Ella desvió la mirada y tomó aire.

-Para realizarlo necesito usar tu energía… Si quedas demasiado débil, al finalizar el hechizo desaparecerás junto con Dark y dejaréis de existir en ambos mundos…

Abrí lo mas que pude mis ojos. No quería que Dark desapareciera por mi culpa. ¿qué debía hacer?

Regresa a mí,
quiéreme otra vez,
borra el dolor
que al irte me dio
cuando te separaste de mí.

-Aunque el tiarrón no desaparecería por siempre ^^ volvería a “resucitar” en la próxima generación- continuó Towa- Pero tú…- volvió a su seriedad.

-Quiero arriesgarme- dije sin pensar.

-¿¡Nani!? ¿Y si él no te corresponde qué? ¡Habrás malgastado tu vida para nada!

-Me da igual, prefiero morir sabiendo si soy correspondido a vivir con la duda.

-¿Estás totalmente seguro?

-Hai.

-Es tu vida… yo no puedo entrometerme en tus sentimientos…

Todo se volvió oscuro. Una luz azulada invadió la habitación. Sentí un dolor punzante en el pecho y la voz de Towa pronunciando palabras en un idioma desconocido. Me parecía estar flotando, mi cuerpo era ligero como una pluma. Entreabrí los ojos y vi a la chica levitando en la habitación con las manos juntas como si estuviera rezando. Los cerré rápidamente, la luz era cegadora.

-Tenéis solo 24 horas, aprovechadlas bien…

Dime que sí
ya no quiero llorar,
borra el dolor
que al irte me dio
cuando te separaste de mí.
Dime que sí,
dime que sí,
regresa a mí,
regresa a mí.

Intento abrir los ojos con pereza. Un rostro conocido y unos ojos violáceos me observan con preocupación.

-¿Estás bien?

-Dark… ¿eres tú?- alcanzo a susurrar.

-Eres un baka, ¿por qué lo has hecho?

La cabeza me da vueltas. Me incorporo un poco y me doy cuenta de que estoy tumbado en mi cama.

-¿Por qué me trajiste de nuevo? ¿No sabías los riesgos que corrías? ¡Estás loco!

-¡Si lo sabía!- estoy muy enfurecido. Con las molestias que me tomé por tenerle otra vez y lo único que sabe hacer el reñirme.

-¿Entonces porque lo hiciste? Dame un motivo.

-Porque porque…- las lágrimas corren por mis mejillas, me siento tan estúpido e indefenso…-¡¡¡Porque te quiero!!!

El ladrón abrió los ojos de par en par. Bajé la mirada mientras agarraba fuertemente las sábanas. Estaba completamente teñido de rojo.

-¿Q-qué dijiste?

-T-te quiero- no soportaba esta situación. Cerré los ojos para desear que fuera un sueño. Pero algo cálido me sobrecogió.

Los volví abrir ante aquella sensación. Los labios de Dark habían sellado los míos.

-A pesar de todo me trajiste…- me susurró dulcemente- Ai shiteru… Daisuke.

Mi corazón dio un vuelco de alegría ante esta declaración. Towa entró de repente en la habitación.

-Kyaaaaa, gomen ne, ¿interrumpo algo?

-No te preocupes preciosa, no es nada serio XD

-U

-Waa, estas igual de guapo que siempre, Dark Kaito

-Jajaja, ¿acaso lo dudabas?

-¿Querías algo, Towa?- los halagos de ambos me estaban poniendo enfermo.

-Cierto, Dai-chan le conté todo a tu madre y a tu abuelo. Están de acuerdo con tu decisión aunque están muy apenados… Está muy bien que quieras pasar el día con Dark, pero creo que debieras despedirte de tu familia por si algo… pasara…

-Towa, ¿acaso no salió bien?- preguntó Dark alarmado.

-No puedo estar segura hasta que se cumpla el plazo… gomen…

-Dark, no te preocupes por mí, en serio, estoy bien…

Me mira suplicante. Creo que está molesto por mi actitud y le comprendo, pero es que no sabe lo que he sufrido por su culpa. Da la impresión de que Towa ha leído mis pensamientos porque me pide hablar un segundo con Dark a solas.
Se va con él de la habitación. With salta a mi regazo.

-¿Estas contento, ne? Se te nota que estás feliz por el regreso de tu amo ^^

Suelta un gruñidito de alegría y me pongo a juguetear con él. Al rato regresa Dark sonriente.

-Ya que estoy aquí vamos a disfrutar del día no, Dai-chan?

Es la primera vez que me llama así y no puedo evitar sonrojarme por ello. Me visto deprisa para no hacerle esperar y nos vamos a dar un paseo por la cuidad. A pesar de intuir mi destino, disfruto el día lo mejor que puedo, en compañía de mi amado.

Primero me llevó al parque de atracciones. La última vez que estuve fue en la cita que tuve con Riku. Fue bastante complicado porque también había quedado Dark con Risa y teníamos que estar continuamente corriendo para que no se dieran cuenta. Menos mal que contamos con la ayuda de With, de Towa, del abuelo y de nuestros padres. A decir verdad, me lo he pasado mejor con él que aquella vez ^^.

Regresamos a casa bastante tarde. No hay nadie así que subimos a mi habitación. Quería tumbarme un rato había sido un día muy ajetreado. Observo de reojo el reloj: quedaban tres horas para nuestro fin.

-Ne, Dark…

-…- estaba mirándome desde el sofá.

-¿Qué vamos a hacer el tiempo que nos queda?

-Mmmm… se me está ocurriendo una forma de aprovecharlo…- en su cara se dibuja una sonrisa de perversión que me hace temblar.

-¿Q-qué estas pensando?

-No te asustes pequeño jaja- hacía mucho tiempo que anhelaba escuchar de nuevo su risa de superioridad.

Se tumbó a mi lado apoyado en el codo. En su mirada había algo que no era igual que siempre, algo distinto que me hacía sentir mejor que nunca.

-Es una pena que nunca me haya fijado en lo hermoso que eres…- a cada palabra que dice me emociono y extraño más. ¿Dark diciendo estas cosas? Simplemente imposible.

Tal vez sea solo una ilusión, eso es. El hechizo trata de un simple holograma… Pero es que es todo tan maravillosamente real…

Me acaricia la mejilla con la mano y yo cierro los ojos ante el suave contacto. Vuelve a besarme, pero esta vez con mas pasión que la primera vez. Con sus cálidas manos me acaricia la espalda por debajo de la camisa. Waa, se siente así tan bien…

Con su lengua pide paso para adentrarse en mi boca, permiso que le concedo no sin antes resistirme un poco. Acaba accediendo, saboreando cada palmo de mi cavidad, después de pelear un rato con mi lengua juguetona. No se si todo esto es un sueño, o simplemente fruto de mi imaginación, lo único que se es que deseo con toda mi alma que jamás acabe.

Nos separamos para llenar de aire nuestros pulmones. Me sonríe con dulzura y empieza a besarme el cuello. Suelto un gemidito y introduzco mis manos por la parte de arriba de su ropa. Tanto tiempo esperando este momento que no pienso quedarme atrás. Me desabrocha la camisa con delicadeza y la tira a un lado de la cama. Se incorpora y observa mi torso desnudo.

-Y pensar que durante todo el tiempo que pasé buscando tesoros, jamás supe que tenía el más importante y hermoso ante mí…

Esas palabras me llegan al alma. Le agarró del cuello y le doy un dulce beso en los labios.

-Arigatô, mi ladrón alado…

Con su lengua me acaricia el pecho, mientras que con las manos va descendiendo hacia mi pantalón. Es curioso pero, a pesar de ser mi primera vez, no siento nervios ni inseguridad. Es como si su sola presencia me calmara por completo.

Le despojo de su camiseta y contemplo su adictiva piel canela. Él me quita los pantalones con suavidad y los bóxer. Luego se deshace el resto de ropa que le queda. Le acaricio el vientre con amor. Su cálida y deliciosa piel se estremece bajo la palma de mi mano. Se acerca hasta mí y juega con cada rincón de mi cuerpo, provocándome gemidos incontrolados que le hacen excitarse cada vez más. Me lanza una mirada pícara, pidiéndome permiso para ir más allá, y llegar al verdadero placer.

Sonrío tímidamente. Lo interpreta como un sí y lleva tres de sus dedos a mi boca. Los lamo con lujuria, saben dulces… Una vez están bien lubricados, los baja poco a poco, deslizándolos por mi vientre. A pesar de saber que Dark jamás me haría daño, presiento que eso me va a doler y me entra miedo. Mi angelito se da cuenta.

-Tranquilo, te prometo que no va a pasar nada.- su sonrisa es tan dulce…

Me besa para tranquilizarme. Me introduce el primer dedo. Suelto un suspiro que no se si es de placer o de dolor. Sus caricias me hacen olvidar por un momento todo lo que está pasando en mi entrada. Siento el segundo y el tercero. Un grito de dolor proveniente de mi garganta inunda la habitación. Dark me mira preocupado. Le sonrío para indicarle que todo está bien, que siga adelante.

-Dai-chan, si quieres paro, en serio… No quiero escucharte sufrir ni hacerte daño no lo soportaría.

-Dark, ¿tú me quieres?

-Sabes muy bien que sí…

-Entonces sigue. No tenemos toda la eternidad- intentó esbozar una sonrisa.

Ya se me calmó un poco el dolor, así que empezó ha moverse en círculos. Me mordía los labios para evitar gritar y que se detuviera. Necesitaba esto, lo necesitaba de verdad. Cuando estuve listo, sacó los dedos.

-Ahora viene lo mejor- su mirada violácea es como un poema. Hay tantas cosas que me quiere expresar y este es el momento oportuno.

Me invade lo más suavemente que puede con su miembro, a lo que le recibo con un gemido.

-¿Estas bien?- es tan mono cuando se preocupa por mí.

-Onegai… sigue…- le suplico.

Empieza ha embestirme, al principio despacio, aumentando el ritmo a cada vez. Siento como a cada estocada todo mi cuerpo arde. Es como si me estuvieran partiendo en dos. El dolor es prácticamente insoportable pero tengo que aguantar… por él.

La habitación pronto se llena de jadeos por su parte y de débiles sollozos por la mía. No puedo más. Es muy doloroso. Dark se da cuenta y para.

-Eres un baka. Te duele y no me dices nada.

Intento abrir los ojos. Está muy sexy de esa forma. Tiene el pelo pegado a la frente y el cuerpo perlado en sudor.

-Dark, en serio, estoy bien.

-No, no lo estas. No quiero que pase esto la primera vez. Hay otras formas de…

-¡DARK ONEGAI!- estoy desesperado- ¡Onegai, continua. Puede que no nos volvamos a ver mas, onegai… te lo suplico no te detengas!

Las lágrimas corren por mis mejillas. Veo la cara de réplica de Dark, pero no hay vuelta atrás. Estoy mentalizado y quiero seguir adelante. Si parara no me lo perdonaría jamás, lo sé.

El dolor se ha ido disipando poco a poco de mi entrada y Dark vuelve a intentarlo. Esta vez lo único que siento es placer. De mi boca no paran de salir más y más gemidos. Ahora comprendo lo que es tocar el cielo y encima me lleva hasta él el ángel de mis sueños. Es como una sinfonía de sensaciones. Nunca antes me había sentido también. Deseo más que nunca que el hechizo sea eterno. Me da igual el precio que tenga que pagar por ello. Daría mi vida por Dark… y mi alma.

Llegamos los dos juntos al clímax, él dentro de mi y yo en su vientre. Se derrumba encima mío exhausto. Pase lo que pase al finalizar el plazo, juro que jamás olvidaré este momento, aquel en el que nuestro amor se consumó por fin.
La voz de Towa desde el otro lado de la habitación, me hace saber que la hora ya ha llegado. Nos vestimos con lentitud sin dirigirnos la palabra, solo con miradas perdidas. Abro la puerta despacio. En el umbral aparecen las figuras de mis padres, la del abuelo y la de Towa. With también está con ellos.

-¿Qué va a pasar ahora?- pregunta mi madre intentando no llorar.

Nadie responde, porque nadie lo sabe.

De repente, una luz blanquecina empieza a envolver a Dark.

-Ya esta decidido- responde con voz segura- Aquí llegó nuestro fin, Dai…

Comprendo. Es él el que se va. Se va para no volver hasta la próxima generación.

-Dark…

Me lanzó a sus brazos. Durante todo este tiempo he intentado no llorar. Pero no puedo aguantar. Mis ojos se inundan al sentir por última vez el contacto con la persona que mas he amado en mi vida. Su figura empieza a desvanecerse, pero me resisto a dejarle ir.

-No, Dark, por favor, no me dejes…- me duele el alma…-Onegai Dark, no te vayas…

-No hay vuelta atrás. Sabías a lo que te arriesgabas…Te prometo que volveré y que cuidaré de tus hijos, ya verás- muestra una sonrisa- ¡¡¡Le convertiré en los mejores ladrones fantasmas, muajajaja!!!

No puedo evitar reírme. Hasta en estas situaciones sabe como hacer que me sienta bien. Mi familia solo contempla en silencio la despedida.

-Antes de irme, toma.

Me entrega un colgante que consta de una pluma negra. Me lo cuelgo en el cuello y le beso por última vez. Los demás solo sonríen y el les corresponde.

-Adiós, Dark-kaito…- se acabó. Se fue para no volver hasta mucho tiempo. Pero por lo menos acabé con un buen recuerdo de aquel día. A pesar de todo estoy feliz. Se que mis sentimientos fueron correspondidos aunque le di muy mala imagen de mi llorando… creerá que soy un debilucho ^^

-Sukidayo, Dai-chan…

Era un hermoso día de primavera. Una feliz pareja celebraba el cumpleaños de su retoño.

-Ne, Daiki ¿ya tienes 14 años?

El aludido sonreía de oreja a oreja. Tenía los cabellos rojo fuego y revoltosos como su padre.

-Ne, papa, ¿cuándo vienen los regalos?

-Tenemos que esperar a los abuelos, inquieto…^^

-Dai, ve a abrir la puerta que estan llamando.

-Ya voy, Riku.

Daisuke abrió y encontró a sus padres. Su madre parecía muy emocionada.

-¿Dónde esta el cumpleañero?

-Pues…

-¡Ah, aquí estas!- gritó al verle detrás- Que, ¿salió ya Dark?

-No le agobies…

-¡Oh, vamos Kosuke! Se que tu también tienes ganas.

-Que bien que ya hayan llegado- dijo una mujer de pelo corto y castaño.

-Riku, querida, ¿se transformó ya en Dark?

-Abu, eres una pesada- dijo hinchando el niño los mofletes- Todavía no…

Pero en ese instante su cuerpo empezó a brillar y una figura conocida salió de aquella luminosidad.

-Vaya, cuanto tiempo…- un semi-adulto de cabellos morados y ojos violáceos les observaba con cariño.

-Dark…- fue lo único que Daisuke pudo pronunciar.

-Un hijo muy guapo, Dai-chan y menuda mujer… Sabía que acabarías con la hermosa Riku Harada, ¿o debería decir la señora Niwa?

-Waaa, siempre con tus bromas Dark…

-Veo que aún conservas mi regalo, ¿eh?

Daisuke se sonrojó.
-Espero que después de todos estos años no hayas olvidado nada, porque yo no lo he hecho… Me he acordado de ti a cada segundo de mi existencia…

-Dark…- le reprochó.

-Bueno, me voy. Dentro de poco os volveré a ver. Ja ne.

Y se esfumó tan repentinamente como había aparecido.

-Papá, ¿de que hablaba Dark?- preguntó Daiki.

-De nada, de nada…

Riku le miró tierna. Desde el principio supo la verdad acerca del pasado de Daisuke y de aquel día. Y sabía, que aún seguían amándose y que algún día volverían a estar juntos y ese día estaba más próximo de lo que ellos creían, porque el amor si es profundo, es duradero…


Espero que os haya gustado y emocionado. Sinceramente, a mi lo han conseguido, xao