Mi holocausto personal.

Esta es una redacción que hice, a medias para desahogarme, a medias para el concurso de literatura del colegio. No creo que gane, pero puse gran parte de mi debilidad en ella XD Sentiros libres de criticarme, así yo me sentiré libre de ignorarós (nah, son bromas, cualquier comentario me lo tomaré en serio ^^)

Monólogo: mi holocausto personal.

La muerte siempre ha sido el final más sabido, quizá la etapa más asumida de un ser humano. Todos sabemos que algún día nos llegará, y creemos poder afrontarlo. Tal vez sea cierto pero, ¿es tan fácil afrontar la muerte de un amigo y sus concecuencias?

Puedo empezar contando la pérdida más grande de mi vida, personalmente comparable con una Tercera Guerra Mundial u otro exterminio nazi.

Vivía hasta hace no muchos meses, aquí en Canarias, una familia apellidada Villalobos. Rubén Villalobos, alias Yure, era, y sigue siendo, mi mejor amigo. Su hermano mayor, Tana, era de esas personas perfectas que te sorprenden por lo mucho que pueden agradar.

Tana era de complexión delgada, pero más bien flojucho. Había conseguido una beca, podía mantener una conversación entretenida y era responsable. Como la vasta población adolescente, el verano lo aprovechaba al máximo para salir. Cuando sus amigos y él iban en coche, el conductor no bebía alcohol, y los demás le pagaban todo lo que quisiera.

Así regresaban una madrugada del Agosto pasado cuando otro coche destrozó toda la parte delantera del vehículo donde viajaba mi amigo. No voy a entrar en los detalles morbosos de la muerte, pero sí destacar el hecho de que el conductor del otro coche sí iba borracho.

Tana murió de camino al hospital. ¿Y los sueños, y los estudios, y los planes y la beca? Todos destruídos. Dieciséis años de continuos esfuerzos y luchas venidos abajo en tan solo una noche.

La familia se desmoronó. Su madre, que era una persona ya de por sí débil de carácter, se fue consumiendo poco a poco. Me horroriza decir que el padre, por su parte, nunca derramó una lágrima, nunca esbozó un gesto de dolor y me atrevó a decir que nunca llegó a sentir nada. Yure se quedó solo y anímicamente destrozado.

No hay forma de expresar su dolor si no lo vives. En sus ojos había una mezcla de desesperación con dejadez que rayaba lo irreal.

Actualmente, Yure y sus padres viven en Galicia, en una diminuta población llamada Verín, con suficiente cinismo para hacerse llamar cuidad. ¿La conocéis? Tranquilos, yo tampoco. Ahí, lo que queda de la familia Villalobos pretendía iniciar una nueva vida, una escapatoria al dolor de la pérdida. Por lo que me cuenta Yure, lo único que consiguen es ahogar la pena con una sensación de vacío.

Yo intento sobrellevarlo lo mejor que puedo. Muchas, muchísimas veces tengo que emplastar en mi cara una sonrisa increíblemente azucarada, preguntándome si de verdad nadie se da cuenta de mi propia falsedad.

En conclusión: yo digo que, por encima de Hiroshima y Nagasaki, más allá de Chernobil y peor que las Guerras Mundiales, la muerte de un amigo y la consecuente pérdida de otro es una de las mayores tragedias de la humanidad.

Waa Annell, es precioso, me has emocionado, tienes una forma de escribir especial.

De verdad te ha pasado eso? Vaya, lo siento.

Je, gracias.

Sí, de verdad pasó. Fue un mal trago, pero lo dicho, intento sobrellevarlo lo mejor que puedo. Además, Yure me dijo que Tana me metería una colleja si nos viera así (él siempre tan delicado...)

Y bueno XD... graaax! ^^